DEL APRA AL APRISMO DE ALAN Y SUS INSOLVENCIAS
por: Alex Albornoz M.
Al perecer el APRA de Alan García que nos gobierna, ha desechado todo lazo con sus canteras, toda doctrina que lo alzo como el partido histórico y de toda lucha reivindicativa que enarboló por los derechos del pueblo. Este timonero y su egocentrismo está despedazando de a poco los fundamentos del combativo Haya de la torre. Gobernando y satisfaciendo con sus lacayos a un sector y gravitando en medio de convulsas discrepancias y decreciente simpatía de aprobación.
Y es que no cabe duda que Alan García se esfuerza por olvidar quienes fueron los primeros militantes que forjaron y combatieron con el APRA, y cito: “Obreros fueron los que en la hora inicial de nuestro partido formaron en todos nuestros Comités de acción, vitalizaron nuestra organización de masas, solventaron con su entusiasmo y perseverancia ese magnífico surgimiento del aprismo” (Haya de la Torre); trabajadores que ahora los condiciona catapultándolos con normas y leyes que los reprimen y mantienen bajo un sistema desigual.
Por ello las constantes movilizaciones que se han venido desarrollando continuarán firmes en sus reclamos por mejoras. Y esto para el gobierno a falta de argumentos es signo de intolerancia y anti-patriotismo como señalara el Premier Del Castillo o en exagerados desvaríos mentales que son los comunistas sindicalizados renegados los que tratan de desestabilizar al país. Resulta ahora que para el gobierno, toda forma de protesta tiene una connotación de anti-patriotismo o mayormente ridículo de pro chavismo con esto de las casas del ALBA.
Cierto es, que no son más que excusas para tapar el dedo con un sol y distraer a la población de los urgentes cambios que se necesitan. Y aquí luz roja, no es querer desestabilizar, esas son patrañas, es necesidad, es carencia, es falta de atención. Ahora se asoman nuevas protestas que en su mayoría llegaron a un acuerdo con el estado como: el de los médicos, de los maestros universitarios además de la policía, sin mencionar a los campesinos agricultores. Y que en la medida de los plazos no se han cumplido, no vengan a pintarnos el cuadro de otro color, lo que impera son políticas sociales clientelitas que engañan a los más pobres.
Y un artimaña más resulta siendo el denominado Pacto Social, que no es otra cosa que el ya existente Acuerdo Nacional (que ya cumplió cinco años en el abandono) o el Consejo Nacional del Trabajo, maniobrado al antojo de un puñado de cavernarios empresarios que burlan todo derecho vital laboral. Que arrastramos desde la dictadura del prófugo Fujimori y el continuismo de Toledo. Conjugado, le duela a quién le duela, con los tratos oscuros e incapacidad de los Ministros de Trasportes y del Interior, Verónica Zavala y Luís Alva Castro, en relación con la compra de patrulleros, beneficios a empresas y los continuos accidentes de tránsitos en el interior. Sin mencionar al Ministro de Agricultura Ismael Benavides.
Y es que no cabe duda que Alan García se esfuerza por olvidar quienes fueron los primeros militantes que forjaron y combatieron con el APRA, y cito: “Obreros fueron los que en la hora inicial de nuestro partido formaron en todos nuestros Comités de acción, vitalizaron nuestra organización de masas, solventaron con su entusiasmo y perseverancia ese magnífico surgimiento del aprismo” (Haya de la Torre); trabajadores que ahora los condiciona catapultándolos con normas y leyes que los reprimen y mantienen bajo un sistema desigual.
Por ello las constantes movilizaciones que se han venido desarrollando continuarán firmes en sus reclamos por mejoras. Y esto para el gobierno a falta de argumentos es signo de intolerancia y anti-patriotismo como señalara el Premier Del Castillo o en exagerados desvaríos mentales que son los comunistas sindicalizados renegados los que tratan de desestabilizar al país. Resulta ahora que para el gobierno, toda forma de protesta tiene una connotación de anti-patriotismo o mayormente ridículo de pro chavismo con esto de las casas del ALBA.
Cierto es, que no son más que excusas para tapar el dedo con un sol y distraer a la población de los urgentes cambios que se necesitan. Y aquí luz roja, no es querer desestabilizar, esas son patrañas, es necesidad, es carencia, es falta de atención. Ahora se asoman nuevas protestas que en su mayoría llegaron a un acuerdo con el estado como: el de los médicos, de los maestros universitarios además de la policía, sin mencionar a los campesinos agricultores. Y que en la medida de los plazos no se han cumplido, no vengan a pintarnos el cuadro de otro color, lo que impera son políticas sociales clientelitas que engañan a los más pobres.
Y un artimaña más resulta siendo el denominado Pacto Social, que no es otra cosa que el ya existente Acuerdo Nacional (que ya cumplió cinco años en el abandono) o el Consejo Nacional del Trabajo, maniobrado al antojo de un puñado de cavernarios empresarios que burlan todo derecho vital laboral. Que arrastramos desde la dictadura del prófugo Fujimori y el continuismo de Toledo. Conjugado, le duela a quién le duela, con los tratos oscuros e incapacidad de los Ministros de Trasportes y del Interior, Verónica Zavala y Luís Alva Castro, en relación con la compra de patrulleros, beneficios a empresas y los continuos accidentes de tránsitos en el interior. Sin mencionar al Ministro de Agricultura Ismael Benavides.
No queda otro camino para el APRA que empezar a retomar los lazos con Haya de la Torre y sus bases “Nosotros seguimos siendo antiimperialistas (señala Josmell Muñoz Córdova, dirigente aprisa)” y redistribuir urgentemente los recursos. Por que hasta ahora no se siente el denominado “Shock de inversiones” que tanto vocifera Alan Garcia. Así como programas sociales que articulen su esperada Reforma del Estado, generación de empleo y promoción de la industria nacional. Lo que nos llevará como decía Haya a un país emancipador, libre y socialmente justo. Cosa que el sucesor sotierra.
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