Recomenado: Un deslinde sobre la gripe AH1N1
EL BANCO DEL SUR Y LA VACUNA CONTRA LA “INFLUENCIA DE LAS IFIS”
por: Rodolfo Bejarano (Red Jubileo Perú-LATINDADD). Sabemos que miles de personas siguen muriendo diariamente por hambre y a causa de enfermedades como la tuberculosis, la malaria y VIH, que afectan sobre todo a las poblaciones de los países más pobres cuyos estados no les prestan atención y que no resultan ya rentables para las transnacionales. Sin embargo, las decenas de muertes ocurridas por el ahora debilitado virus AH1N1 han desatado una reacción exagerada por parte de los medios de comunicación y de algunas instancias oficiales. Incluso se habla de la posibilidad de que esta pandemia haya sido provocada por el afán de ganancia de las grandes empresas.
Haya sido un virus provocado o no, sea una gran cortina de humo o no, lo cierto es que la epidemia porcina o norteamericana ha merecido la atención de algunas IFIs como el BID quien ya ha ofrecido préstamos por 3 mil millones de dólares a México para acciones contra la crisis y la gripe, coincidentemente en un momento en que el país anunció su nuevo plan anticrisis que incorpora la inyección de más de $ 1,300 millones a los sectores de la economía mexicana más afectados por la influenza AH1N1, entre ellos, la ya afectada actividad turística.
Todo esto se da en un momento en que los ministros de economía de los 7 países conformantes del Banco del Sur se reunieron el pasado 8 de mayo en Buenos Aires para ultimar detalles de funcionamiento del banco. Los ministros de Economía de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela sellaron el acuerdo definitivo para poner en marcha el Banco del Sur, con un capital inicial de 7 mil millones de dólares. Argentina, Brasil y Venezuela aportarán 2 mil millones cada uno, mientras que Ecuador y Uruguay pondrán 400 millones cada uno y los 200 millones restantes serán desembolsados en partes iguales por Bolivia y Paraguay.
Se espera que el banco entre en funcionamiento el segundo semestre de este año una vez que sea aprobado por los parlamentos de los siete países fundadores, los cuales tendrán cada uno derecho a un voto, lo cual es un avance importante para la democratización en la gestión del banco.
Si bien el monto acordado para capitalizar inicialmente el banco del sur es muy inferior a los 90 mil millones de dólares que los organismos multilaterales –como el Banco Mundial, el BID y la CAF, entre otros- esperan inyectar durante los próximos 2 años a los países de Latinoamérica y el Caribe afectados por la crisis, tiene como objetivos financiar el desarrollo económico y social de la región, fortalecer la integración, reducir las asimetrías y promover la equitativa distribución de las inversiones dentro de los países miembros del banco.
La creación de un banco de este tipo fortalece y forma parte de una nueva arquitectura regional que, junto a una unidad monetaria sudamericana -similar al Sistema Unico de Compensación Regional (SUCRE) acordado por los países que forman parte del ALBA- y a un fondo de estabilización monetaria, aporta a la independencia financiera de la región. Esto permitirá no volver a caer en las condicionalidades impuestas por las IFIs que, entre otras cosas, nos ha hecho vulnerables a una crisis originada en los países que manejan la política internacional.
Haya sido un virus provocado o no, sea una gran cortina de humo o no, lo cierto es que la epidemia porcina o norteamericana ha merecido la atención de algunas IFIs como el BID quien ya ha ofrecido préstamos por 3 mil millones de dólares a México para acciones contra la crisis y la gripe, coincidentemente en un momento en que el país anunció su nuevo plan anticrisis que incorpora la inyección de más de $ 1,300 millones a los sectores de la economía mexicana más afectados por la influenza AH1N1, entre ellos, la ya afectada actividad turística.
Todo esto se da en un momento en que los ministros de economía de los 7 países conformantes del Banco del Sur se reunieron el pasado 8 de mayo en Buenos Aires para ultimar detalles de funcionamiento del banco. Los ministros de Economía de Argentina, Bolivia, Brasil, Ecuador, Paraguay, Uruguay y Venezuela sellaron el acuerdo definitivo para poner en marcha el Banco del Sur, con un capital inicial de 7 mil millones de dólares. Argentina, Brasil y Venezuela aportarán 2 mil millones cada uno, mientras que Ecuador y Uruguay pondrán 400 millones cada uno y los 200 millones restantes serán desembolsados en partes iguales por Bolivia y Paraguay.
Se espera que el banco entre en funcionamiento el segundo semestre de este año una vez que sea aprobado por los parlamentos de los siete países fundadores, los cuales tendrán cada uno derecho a un voto, lo cual es un avance importante para la democratización en la gestión del banco.
Si bien el monto acordado para capitalizar inicialmente el banco del sur es muy inferior a los 90 mil millones de dólares que los organismos multilaterales –como el Banco Mundial, el BID y la CAF, entre otros- esperan inyectar durante los próximos 2 años a los países de Latinoamérica y el Caribe afectados por la crisis, tiene como objetivos financiar el desarrollo económico y social de la región, fortalecer la integración, reducir las asimetrías y promover la equitativa distribución de las inversiones dentro de los países miembros del banco.
La creación de un banco de este tipo fortalece y forma parte de una nueva arquitectura regional que, junto a una unidad monetaria sudamericana -similar al Sistema Unico de Compensación Regional (SUCRE) acordado por los países que forman parte del ALBA- y a un fondo de estabilización monetaria, aporta a la independencia financiera de la región. Esto permitirá no volver a caer en las condicionalidades impuestas por las IFIs que, entre otras cosas, nos ha hecho vulnerables a una crisis originada en los países que manejan la política internacional.
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